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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: stefy1945  (Mensaje original) Enviado: 18/08/2009 22:46
 
Esta historia es sobre un hombre
que reflejaba en su forma de vestir la derrota
y en su forma de actuar la mediocridad total.
 
Ocurrió en París, en una calle céntrica
aunque secundaria.
Este hombre, sucio, maloliente,
tocaba un viejo violín.
 
Frente a él y sobre el suelo estaba su boina,
con la esperanza de que los transeúntes
se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa
 
El pobre hombre trataba de sacar una melodía,
pero era del todo imposible identificarla
debido a lo desafinado del instrumento,
y a la forma displicente y aburrida
con que tocaba ese violín.
 
Un famoso concertista,
que junto con su esposa y unos amigos
salía de un teatro cercano,
pasó frente al mendigo musical.
 
Todos arrugaron la cara
al oír aquellos sonidos tan discordantes.
Y no pudieron menos que reír de buena gana.
 
La esposa le pidió, al concertista,
que tocara algo.
El hombre echó una mirada
a las pocas monedas
en el interior de la boina del mendigo,
y decidió hacer algo.
 
Le solicitó el violín.
Y el mendigo musical
se lo prestó con cierto recelo.
 
Lo primero que hizo el concertista
fue afinar sus cuerdas.
Y entonces, vigorosamente y con gran maestría
arrancó una melodía fascinante
del viejo instrumento.
 
Los amigos comenzaron a aplaudir
y los transeúntes comenzaron a arremolinarse
para ver el improvisado espectáculo.
 
Al escuchar la música,
la gente de la cercana calle principal
acudió también
y pronto había una pequeña multitud escuchando arrobada el extraño concierto.
 
La boina se llenó no solamente de monedas,
sino de muchos billetes
de todas las denominaciones,
mientras el maestro
sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría.
 
El mendigo musical estaba aún más feliz
de ver lo que ocurría
y no cesaba de dar saltos de contento
y repetir orgulloso a todos:
"¡¡Ese es mi violín!! ¡¡Ese es mi violín!!".
Lo cual, por supuesto,
era rigurosamente cierto.
 
La vida nos da a todos "un violín".
Son nuestros conocimientos,
nuestras habilidades y nuestras actitudes.
Y tenemos libertad absoluta
de tocar "ese violín" como nos plazca.
 
Se nos ha dicho que Dios
nos concede libre albedrío,
es decir, la facultad de decidir
lo que haremos de nuestra vida.
Y ésto, claro, es tanto un maravilloso derecho, como una formidable responsabilidad.
 
Algunos, por pereza,
ni siquiera afinan ese violín.
No perciben que en el mundo actual
hay qué prepararse, aprender,
desarrollar habilidades
y mejorar constantemente actitudes
si hemos de ejecutar un buen concierto.
 
Pretenden una boina llena de dinero,
y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie.
 
Esa es la gente que hace su trabajo
de la forma: "ahí se va...",
que piensa en términos de "me vale...",
y que cree que la humanidad tiene la obligación de retribuirle su pésima ejecución,
cubriendo sus necesidades.
 
Es la gente
que piensa solamente en sus derechos,
pero no siente ninguna obligación
de ganárselos.
 
La verdad,
por dura que pueda parecernos, es otra.
 
Tú y yo, y cualquier otra persona,
tenemos qué aprender tarde o temprano,
que los mejores lugares son para aquéllos
que no solamente afinan bien ese violín,
sino que aprenden con el tiempo también
a tocarlo con maestría.
 
Por eso debemos de estar dispuestos
a hacer bien nuestro trabajo diario,
sea cual sea.
Y aspirar siempre a prepararnos
para ser capaces
de realizar otras cosas que nos gustarían.
 
La historia está llena de ejemplos de gente
que aún con dificultades iniciales
llegó a ser un concertista con ese violín
que es la vida.
Y también, por desgracia,
registra los casos de muchos otros,
que teniendo grandes oportunidades,
decidieron con ese violín,
ser mendigos musicales.
 
La verdad es que Dios
nos concedió "libre albedrío".
Tú puedes hacer algo grande de tu vida,
o hacer de ella algo mediocre.
Esa es tu decisión personal.
 
 
LO NEGATIVO:
Negarnos a afinar bien nuestro violín de la vida. Y quejarnos de que la gente
no disfrute la melodía que sacamos de él.
 
LO POSITIVO:
Comprender que, nos guste o no,
solamente prosperaremos
si afinamos bien ese violín,
y aprendemos a sacar de él
las mejores melodías.
 
 
estefania-forever-molly.jpg picture by estefaniacatardi2004


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Taty Enviado: 26/08/2009 20:52
Gracias Stefy,
 
Taty


 
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