La vida me enseñó mucho:
a perdonar
sin entender por qué pasan las cosas...
a amar sin que me amen...
a sentir sin que me sientan...
a tolerar sin que me toleren...
Pero no me ha enseñado
a sobrellevar la soledad...
a vivir sin una caricia...
sin un abrazo...
a levantarme en la mañana
y no encontrar nadie a mi lado...
a sentirme de repente, menos que nada...
a querer gritar:
estoy aquí!!! y que me oigan...
Más también me ha enseñado
a recordar las cosas bellas...
el amor sublime de una madre...
la mirada tibia de un hijo...
y el acogimiento de tener simplemente la vida,
que ya es mucho pedir...
y sentir que teniéndola...
todo aquello que he escrito
puede cambiar algún día...
Porque no olvido que amar...
sentir...
tolerar...
y perdonar...
son parte de la misma vida
Desconozco autoría