RESISTENCIA
En la antigüedad fue muy famoso
el caso de uno de los sabios de Grecia.
Cuando era joven le oyó decir a un anciano:
"Si quieres llegar a tener una personalidad
debes ejercitarte en ser insultado y
tratado mal sin responder ni una sola palabra".
¿Pero, cómo lograrlo?, le preguntó el joven.
"Soporta todo lo que entre familiares y conocidos
te puedan insultar y así te vas ejercitando
en no responder",
le dijo el anciano. Y así lo hizo el joven.
Por medio de terceras personas pagó a unos maleducados
para que lo insultaran al pasar él por la calle.
Y se fue acostumbrando a no responder insultos
y a callar y tener paciencia.
Después se fue a una famosa escuela
de personalidad en Atenas
y allí el maestro para probar qué tanto carácter
poseía su nuevo discípulo, lo recibió
con un regaño tremendo e injusto.
Pero mientras el maestro lo insultaba,
el joven sonreía.
¿Cómo se explica, le preguntó el director,
que mientras yo te regaño e insulto,
tu sonríes alegremente?
Ah, mi buen preceptor, respondió el alumno,
es que en mi tierra tenía que pagar
para que me insultaran
y aquí me insultan gratis.
Estoy ahorrando dinero.
No olvidemos: Mientras más nos ejercitemos
en saber RESISTIR
y aguantar las contrariedades de la vida,
mayor personalidad estamos adquiriendo.
Y mientras mayor sea nuestra capacidad de resistencia
para rechazar nuestras inclinaciones hacia la ira,
a la sensualidad y a la pereza,
más personalidad habremos conseguido.
Con una caricia para tu alma
Graciela Baquerizo