Transforma tu ira en tolerancia.
La ira existe para defender una parte de tí que está desprotegida.
La ira funciona como un vigilante alerta a cualquier ataque externo, impediendo que el enemigo llegue hasta un hábito negativo o un valor débil.
La tolerancia también existe para protegernos.
Ella nos protege dando a la otra persona lo que esta persona quiere.
De esta manera, la otra persona para de atacarnos y empieza a admirarnos de como somos capaces de fácilmente deshacernos de hábitos tan negativos.