La vida es como una importante carrera de bicicletas cuya meta es cumplir con
la “Leyenda Personal”.
En la largada, estamos juntos compartiendo camaradería y entusiasmo. Pero, a
medida que la carrera se desenvuelve, la alegría inicial cede su lugar a los
verdaderos desafíos; el cansancio, la monotonía, las dudas sobre la propia
capacidad.
Reparamos en que algunos desistieron del desafío: todavía están corriendo,
pero nada más que porque no pueden parar en el medio de una calle. Ellos son
numerosos, pedalean al lado del auto de apoyo, conversan entre si y cumplen una
obligación.
Terminamos por distanciarnos y , entonces, nos vemos forzados a enfrentar la
soledad y las sorpresas, tales como las curvas desconocidas o los problemas con
la bicicleta. Y, al cabo de algún tiempo, comenzamos a preguntarnos si vale la
pena tanto esfuerzo. Vale la pena.
Se trata de no desistir
Suceda lo que suceda en tu vida, no desistas… sigue avanzando… nunca bajes
los brazos… siempre en alguna curva encontrarás el sol de nuevo y sentirás tus
piernas fuertes y con ganas de seguir andando.
El dolor pasa y lo más importante es seguir y retener entre los brazos lo
mejor de la vida… y volver a abrirlos con la esperanza de saber que en el camino
no hay sólo piedras también hay rosas que están esperando que nos maravillemos
ante su presencia.
Autor: Paulo Coelho
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