R e f l e x i o n a...
Cuando la bendición toca a la puerta de tu corazón,
no tengas dudas de que pediste por ella en
algún momento de tu vida.
A veces lo que deseamos parece no llegar nunca,
pero hay que recordar que no siempre sabemos pedir.
Aprende a pedir por ti, por tu armonía, por tu alegría.
Aprende a pedir el mejor camino,
aquél donde el pasto crece verde y abundante,
donde la luz ilumina y hace conocer, donde el amor sucede,
floreciendo por sí mismo.
No te abandones a una vida vacía, sin propósito.
Pide amor, pide paciencia y pide comprensión.
Para que en cada momento puedas crecer porque amas,
puedas estar en paz porque sabes el momento de la espera y puedas
caminar seguro porque aprendiste el arte de la comprensión.
Sé fiel a tu intuición, a tu corazón y camina...
Todo viene a tiempo para aquellos que saben pedir
con amor y confianza