Abandona tu comodidad,
enfrenta tus miedos e inseguridades,
...y sólo así, comenzarás a volar.
Si sientes que la vida no tiene sentido,
que los problemas te están acabando,
memoriza esta parábola:
Un pájaro que vivía resignado
en un árbol podrido en medio del pantano,
se había acostumbrado a estar ahí,
comía gusanos del fango
y se hallaba siempre sucio
por el pestilente lodo.
Sus alas estaban inutilizadas
por el peso de la mugre,
hasta que cierto día un gran ventarrón
destruyó su guarida;
el árbol podrido fue tragado por el cieno
y él se dio cuenta de que iba a morir.
En un deseo repentino de salvarse,
comenzó a aletear con fuerza
para emprender el vuelo,
le costó mucho trabajo
porque había olvidado cómo volar,
pero enfrentó el dolor del entumecimiento
hasta que logró levantarse
y cruzar el ancho cielo,
llegando finalmente
a un bosque fértil y hermoso.
Los problemas son como el ventarrón
que ha destruido tu guarida
y te están obligando
a elevar el vuelo o a morir.
Nunca es tarde.
No importa lo que se haya vivido,
no importan los errores
que se hayan cometido,
no importan las oportunidades
que se hayan dejado pasar,
no importa la edad,
siempre estamos a tiempo para decir basta,
para oir el llamado que tenemos
para buscar la perfección,
para sacudirnos el cieno y volar alto
y muy lejos del pantano.
Abandona la vía segura y cómoda.
Lánzate a la ruta incierta,
llena de enigmas e inseguridades
y hazlo solitariamente.
Que la fuerza te acompañe.
d/a