EL
FOTÓGRAFO
Una
pareja llevaba años de matrimonio y no lograba tener familia.
Vieron a un
especialista muy renombrado quien, tras varios estudios, les dijo que la
solución era buscar a un padre sustituto.
La señora preguntó:
- ¿Qué es un padre
sustituto?
- Es un
hombre seleccionado con mucho cuidado, que hace las funciones del esposo, para
que la mujer quede embarazada.
La señora vaciló, pero su
marido le dijo al doctor que no tenía inconveniente, con tal de realizar su
ilusión de ser padres.
Días después contrataron a un joven para que,
cuando él no esté, vaya a cumplir su tarea.
Sin embargo, un fotógrafo de
niños había sido llamado a la casa vecina para retratar al bebé. El hombre se
equivocó y llegó a casa de la señora.
- Buenos días señora, vengo por lo del
niño.
- Sí, pase usted. ¿Quiere tomar
algo?
- No, muchas gracias. El alcohol no es bueno
para mi trabajo. Además, quiero comenzar cuanto antes.
- Muy bien, ¿pasamos a la
habitación?
- Puede ser allí, aunque me gustaría más aquí en
la sala; digamos que dos en la alfombra, dos en el sofá y también en el
jardín.
- ¿Pues cuántos van a ser? -
se alarmó la señora.
- Mas o menos cinco, pero si usted acepta pueden
ser más.-dijo, mientras sacaba un álbum-.
- Quiero que vea algo de
lo que he hecho, tengo una técnica que le gusta mucho a mis clientas. Por
ejemplo: mire este niño qué bonito; lo hice en un parque público, a plena luz
del día; se juntó la gente para verme y hasta me ayudaron dos amigos, porque
la señora
era muy exigente: con nada le daba gusto. Para colmo, esa vez tuve que suspender
el trabajo porque llegó una ardilla y comenzó a mordisquearme el
equipo.
La señora estaba estupefacta. Escuchaba todo esto
mientras el fotógrafo continuaba:
- Ahora, vea estos mellizos. En esa ocasión sí
que me lucí. La mamá se portó estupendamente y todo lo hice en menos de
cinco minutos: llegué y ¡paf, paf!, solo dos disparos y mire que bien me
salieron los gemelitos.
La señora estaba cada vez más
asustada, oyendo al fotógrafo que continuaba:
- Con este niño batallé más. La mamá era muy
nerviosa. Yo le dije: 'Señora, usted vuélvase para el otro lado y
deje que yo haga todo' .. Ella se volteó y ya pude
hacerlo.
La señora estaba a punto del desmayo.
El
fotógrafo guardó su álbum y le dijo:
- ¿Quiere comenzar?
- Cuando usted
diga -contestó ella-.
- Está bien; voy por el
trípode.
- ¿Trípode? -dijo, temblando,
la señora-.
-
Sí - dijo el fotógrafo - mi aparato es muy grande. Necesito el trípode para
apoyarlo porque ni con las dos manos puedo sostenerlo bien y.... ¡Señora.
....¡Señora... Señoooraaa!, para donde va...no corra y ...............el
niño....
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