El mar y tú. Tu dicha con su duro lento verter de espumas rescatadas. El mar y tú: mis playas frecuentadas por este afán de mar en que perduro. El mar me trae el ayer. Tú mi maduro presente enamorado. Tú enlazadas la dicha y la congoja. El mar trenzadas la gloria y la agonía de ser puro. Tengo en ti, amor, la prueba de este canto que pena como el mar; que su alegría logra para vivir en tu pureza. Tu espuma y él. Tu risa y su quebranto. Que amor sin mar y mar sin agonía no son cimas logradas de grandeza. (Enrique Azcoaga)
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