CADA NOCHE SEÑOR
Siempre que llega este momento,
me siento alegre por hablar contigo,
cada noche quiero contarte lo que pasa
en mi corazón. Algunas veces siento temor
de no estar a la altura de las circunstancias,
o no ser tan buena persona como tu quieres.
También siento temor al fracaso o de no ser
aceptada y querida por lo demás.
Pero analizando todo esto, viendo todo
por partes, creo, mi Señor,
que debo sentirme supremamente feliz
de contar contigo, que siempre te presentas
de cualquier forma y manera,
para indicarme la acción, el pensamiento,
el camino, la verdad.
Una vez más, y nunca me cansaré de hacerlo,
estoy ante Tí, feliz y alegre de tu presencia.
Me siento perdonada con todo lo que recibo.
Me ilusiona saber que mis intenciones son
correctas y van por el buen camino.
Me entusiasma sentir que tengo amigos y familia
que me siguen en este caminar contigo,
y que esperan tus bendiciones, como única
y feliz recompensa.
Bendito seas, por siempre, Señor.
Amén.