dios o Dios.
Te declaras bueno ante tu dios,
irónico, ambicioso y de codicia,
plantador de odio no de amor,
dueño de venganza revanchista.
Clamas ante un altar sin nada,
postrado entre inertes paredes,
petición que jamás es escuchada,
a tu dios solo importan placeres.
Cantas o lloras por vil hipocresía,
inútil rutina de resultados mismos,
te crees santificado pero cada día,
tienes tu alma saturada de egoísmo.
Cumples con tu dios exigente y avaro,
ofrendas que financiaran más vanidades,
pero le niegas al pobre que extiende la mano,
cómo al enfermo que languidece en hospitales.
Te dicen que Dios te ha dado armas,
pues luchar contra el mal es Odisea,
pero El es amor no bélico ni pelea
y es misericordioso custodio Almas.
El te ha dado cómo preciada presea,
un mandamiento terrenal y humano,
instrumento que regenera y moldea,
en tu corazón.. El amor al hermano.
¿Qué haces pidiendo favores privados?,
Tu clamor quedará entre paredes y techo,
es ofrenda vacía de lo que no has otorgado,
por la indiferencia que anidas en tu pecho.
No haces obra por que la salvación es fe,
eso te han dicho que es palabra Sagrada,
pero no existe fe sin obra ni obra sin fe
y ambas: La preciosa sangre derramada.
¿Quién te ha dicho que es salvación adorar?
Han dibujado en tu mente un dios vanidoso,
son esas sectas en dónde es prohibido pensar,
pues para eso está el ciego que te guía al pozo.