El camino hacia la recuperación me lleva a la salud
y el bienestar perfectos.
La recuperación es una parte natural del proceso
de curación. Ya me esté recuperando de una
enfermedad, una operación o de una condición
que he sufrido por mucho tiempo, agilizo mi
bienestar al incluir la oración en mi
régimen de salud.
Si un ser querido o yo estamos en vías de
recuperación, oro con una convicción que
afirma vida. Reconozco que la actividad
sanadora de Dios obra en toda área de
nuestras vidas, restableciendo la salud.
El apoyo y la solidaridad que recibo de mis amigos
y seres queridos me consuela a medida que el
proceso de curación prosigue bajo la dirección
divina. Mi cuerpo, mente y espíritu son renovados.
Mi salud progresa día a día, y aprecio cada fase
de este viaje de vida. Valoro mi nueva comprensión
y salud.
El Espíritu del Señor está sobre mí. —Lucas 4:18
(Mensaje de mi correo)