Primavera
Nuevamente los festejos de la primavera fueron tapa de todos los noticieros de la noche. Ya es habitual que los estudiantes secundarios festejen este día en comunidad. Desde que yo iba al colegio (hace ya varios años), este día no se estudia y es asueto para los alumnos. Y se utiliza para reunirse en algún lugar público y difrutar del día al aire libro.
Pero las costumbres cambiaron. El mate y la guitarra de hace varios años, se cambió por el alcohol y los mp3. No es un problema la música, si el cambio de habito negativo. Resumen del día: 75 heridos en los bosques de Palermo y 30 detenidos. Una chica en coma alcohólico. Parece ser que si no hay alcohol los jóvenes no pueden divertirse y no hay alegría. La permisividad que hoy existe y las libertades abusivas de los grupos minoritarios han generado esta situación que puede no tener retorno.
Hoy los chicos solo se divierten con el exceso, el abuso y el rompimiento de reglas de conducta. Esta noticia sumada a los continuos robos, asesinatos, salidera y descontroles urbanos nos presentan una realidad muy triste y preocupante. Hemos capacitado a una generación que no sabe relacionarse correctamente en sociedad.
Se cuestiona mucho a las normas del pasado por ser autoritarias. Se asemejan a la vida en un desierto, árido y desprovisto de atractivos. Y se ofrece hoy un abanico de libertades que liberan las peores actitudes de los muchachos y las chicas.
¿Solución? A nivel social ninguna. A nivel personal, la sugerencia de Isaias. La verdadera alegría no es la que se sostiene con alcohol, drogas o excesos. Es la que Dios ofrece. Dios puede convertir el desierto aburrido de tu vida en un jardín de frescura. Pero tenés que aprender a comportarte con sus reglas para que puedas disfrutar de sus beneficios. Dios invita a florecer y a regocijarse.
Podes vivir una primavera con los patrones de conducta de las personas que pasaban por la tele, o podés vivir con los paradigmas de Dios. En el medio no hay muchos grises. El diablo se esfuerza en querer mostrarte otras alternativas, pero Dios es bien claro: O vivis con la luz de Dios, o marcado por las tinieblas.
Dios te invita hoy a florecer, y a disfrutar plenamente de una vida mucho mejor.
REFLEXIÓN — Florecé y disfrutá.
Un gran abrazo y bendiciones
Dany