Me gusta el olor que la lluvia deja en la tierra y en las plantas. Olor a limpio, a mañanas inocentes, a bostezos infantiles, a caricias transparentes e ilusiones incipientes. Olor a bueno, olor a dulce, a coco, a piña, a frambuesas y melón, a manzanas y melocotón, a vainilla y lavanda, olor a esperanza, olor a gemidos de bandoneón, temblores de guitarra, aleteos de arpas y violines… olor, aroma, fragancia, olor a risa y confianza, olor de humana esperanza.
Graciela Lecube.
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