Podar las ramas
Eugenio D`Ors afirmaba que "La frondosidad de un árbol viene de aquellas ramas que le fueron podadas a tiempo", al leerlo no pude dejar de pensar en la educación, en la formación de las futuras generaciones. No me canso de escribir acerca del error que supone no reconocer la existencia de lo bueno, lo mejor. ¿Cómo se va a educar si no se tienen referencias?
Para muchas personas, entre las que se encuentran no pocos padres y educadores, la educación consiste simplemente en dejar pasar el tiempo y en que los niños y chavales vayan experimentando. Pienso que en el fondo lo que les ocurre a esos padres y educadores es que les faltan convicciones, en algunos casos no transmiten nada porque no tienen nada que transmitir, en otros les falta convicción en lo que creen y la fortaleza para llevarlo a cabo.
Mientras tanto el fracaso escolar sigue aumentando, más del treinta por ciento de los chavales españoles abandonan el sistema educativo; y las leyes siguen fomentando el absentismo y el "haz lo que quieras, que nadie te diga nada".
Las personas, como los árboles, necesitamos podar las ramas. Si no se hace así corremos el riesgo de que estas crezcan y crezcan pero sin orden ni armonía afectando a la raíz y finalmante al árbol entero.
Apelar a la racionalidad
Vivir con prisas provoca grandes males,la inmediatez de los medios de comunicación audiovisuales hace que no se disponga de tiempo para reflexionar y relacionar ideas y noticias. Se pasa de una actividad a otra con tal velocidad que es imposible profundizar y enjuiciar. La lectura tranquila y sosegada de libros o noticias permite que se puedan descubrir nuevas ideas y encontrar la relación entre ellas, es decir, nos permite ejercitar algo propio del ser humano: la racionalidad.
Una sociedad anestesiada ante la reflexión se alimenta de titulares de prensa, frases e ideas hechas y declaraciones de famosos. En ésta situación quién domina los medios de comunicación impone sus ideas con relativa facilidad, y no porque éstas sean mejores sino porque pocos tienen tiempo para reflexionar y ser críticos.
Asuntos tan nucleares para la sociedad y el futuro como lo relacionado con el matrimonio,la familia, el derecho a la vida o la libertad de enseñanza se despachan con cuatro frases y tópicos o en una comisión compuesta por expertos que piensan de la misma manera que el poder establecido.
Ante esta situación sólo cabe apelar a la racionalidad, a cada persona para que construya sus propias ideas. Indudablemente se trata de algo que exige esfuerzo personal y tiempo, pero es fundamental si se quiere un futuro de personas libres y críticas y no de meros consumidores y activistas acelerados.