MI REFLEXION

Queridos hermanos y amigos: acostumbro al final del día hacer un recuento de lo que he vivido y por supuesto, al final del año, hago un recuento mayor de todo el año, me pongo un poco melancólica por mis errores cometidos, por mis pecados, por mi indiferencia muchas veces y apegada a mis propios problemas y las múltimples llamadas de atención de Dios que no las escuché, no las reparé o me hice la ciega o sorda.
 
Este año como todos saben, para mí ha sido muy difícil en todo sentido: físico, anímico, espiritual y familiar pero que bueno!, porque he comprendido y he sentido la presencia del Señor, la intercesión de mi Madre Santísima y eso es maravilloso: he crecido pero sigo siendo enana todavía, más que enana pero es bueno reconocerlo y con tantos zamarreos o sacudones que he tenido, despierto, lloro, río, me emociono, vivo todo intensamente.
 
Les comparto una reflexión que tuve en estos días viendo un programa en el Canal de EWTN sobre los Milagros del Señor que no siempre son precisamente los que esperamos, pero ÉL que TODO LO SABE, los realiza a pesar de nuestra tozudez, ignorancia (porque muchas veces pedimos algo que no nos conviene), o espera y se tarda hasta que le prestemos atención. No sé cuánto tiempo tengo de leer la Biblia, de ir a estudios de oración, estudios bíblicos, de ir a Misa y siempre aprendo algo nuevo. La reflexión a la que me refiero y es hace apenas unos dos o tres días es sobre el Milagro de Jesús, su primer milagro, el de las Bodas de Canáa por intercesión de la Virgen María. La Virgen se percata del problema de que en la boda se había acabado el vino y se lo dice a su Hijo y Él le dice que todavía no es su momento; Ella dice a los empleados que hagan lo que su Hijo les indique. Jesús les dice vayan y llenen los toneles de agua y ellos lo hacen y
es cuando se realiza el Milagro.
 
Uno cuando le pide algo a Dios o a la Virgen como intercesora, Madre de Dios y nuestra, esperamos el milagro pero no estamos atentos las indicaciones de Dios, siempre para realizar un milagro nos indica algo y ahí es cuando se produce el milagro, en el caso del vino mando a llenar las vasijas de agua, pudo decir vayan que ya las vasijas tienen vino, NO hizo eso, dijo echen agua, cuando creyeron, obedecieron, o sea que lo hicieron es que se produjo el milagro. Es la fe, hermanos queridos, en este milagro de Jesús no había reparado ese detalle, wauuu, y he escuchado muchas explicaciones de este milagro, son tantos detalles que no reparamos cuando leemos o escuchamos las enseñanzas de Jesús. Quizás sea, como les dije que soy enana, ja ja ja ja ja, en mis 65 años no había entendido esa parte, que Dios hace el milagro cuando le obedecemos, cuando creemos, nos hace participar, tenemos una misión en esta vida y Él siempre nos da las herramientas, nunca
permite que nos ocurra algo si no podemos soportar, Él siempre quiere que nos santifiquemos, que seamos felices, que nos amemos los unos a los otros, que demos testimonio de Él. He leído y escuchado los muchos milagros que hizo Jesús pero no había reparado en este detalle (sí de creer, no soy muy buena explicando mi interioridad, pero he tratado de compartirla y ojalá mi reflexión les ayude también a ustedes.
 
Este es mi regalito de fin de año para todos ustedes, ja ja ja ja ja, además de mis bendiciones y mejores deseos: AMOR, FE,  PAZ, FELICIDAD, SALUD, PROSPERIDAD y demás buenas cosas que todos merecen según la Voluntad de Dios.
 
Les mando un gran beso y abrazo y extiéndanlos a todos sus seres queridos.
 BENDICIONES UERIDOS AMIGOS
FELIZ AÑO!!!

STEFY