POCAS COSAS.
En este mundo hay tan poquitas cosas capaces de endulzarle a uno la vida digamos la esperanza amanecida o la lluvia que brilla en las baldosas
me gusta la constancia de las rosas que nunca dan su espina por perdida y también la tristeza repetida de las palmas tan solas y orgullosas
pero no hay nada tan profundo y leve como el alma y el vértigo y los labios de esa mujer que al verla nos conmueve para ser alguien entre cielo y suelo y salvarse del odio y sus resabios nada como el amor y su consuelo
Mario Benedetti.
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