“Más Dios está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada”.

Jeremías 20:11

Hay una hermosa alabanza de adoración que en una de sus estrofas dice: “Tu peleas por mí, yo lo puedo sentir, Poderoso Gigante a mi lado tu estas”. Y mientras la escuchaba y cantaba esa linda adoración Dios traía a mi corazón el sentir de que cuanta verdad encierra esa estrofa.

Y es que en algunos momentos de la vida nos encontramos peleando solos, nosotros contra el mundo. Y es que a pesar de que somos cristianos y nos consideramos hijos de Dios se nos olvida, por el afán de la vida que las pelas no son nuestras, sino del Señor.

Todos pasamos alguna vez y a veces hasta repetidamente por momentos como esos, en donde las circunstancias de la vida nos han llevado a tratar de pelear en nuestras propias fuerzas, a tratar de salir de eso en lo que nos hemos metido, por nuestros propios medios, olvidándonos del que pelea por nosotros.

Es que por naturaleza somos independientes, creemos que a lo mejor somos tan buenos o tenemos la capacidad para salir de eso sin la ayuda de alguien, pero cuando entramos al ámbito espiritual y nos damos cuenta lo que dice la Palabra de Dios, podemos concluir que ahora ya no tenemos que ser independientes, pues ahora dependemos de alguien que es lo suficientemente Poderoso como para sacarnos de cualquier situaciones en la que nosotros mismos nos metimos, quizá por nuestras malas decisiones, quizá por nuestro mal andar, pueda que por nuestras alianzas equivocadas o simplemente porque alguien más nos inmiscuyo en eso.

Pero lo importante no es en que estas metido o que estés pasando, sino el hecho de que HAY ALGUIEN QUE PELEA POR NOSOTROS.

Y es que no se te tiene que olvidar que ahora tú tienes a alguien que se preocupa por ti, a alguien que le importas y mucho, alguien que te ha amado con un AMOR ETERNO, alguien que a pesar de nuestras infidelidades permanece siempre FIEL, alguien que te da su protección y que a pesar que estés pasando por momentos duros NO TE DEJARA y que al final de TODO hará que todo eso que pasaste te ayude para bien.

Por esa razón este día quiero recordarte que no eres tu quien peleara todas esas batallas que enfrentaras en la vida o que a lo mejor estas enfrentando en este momento, sino que es DIOS MISMO QUIEN PELEA POR TI.

Por tal razón, no te desanimes, no te quedes en el suelo, ¡Levántate! Y permítele a Dios tomar la posición que le corresponde y que sea Él quien ahora en adelante pelee por ti en esa situación que estas pasando. Hoy Dios quiere tomar el control completo de tu vida y decirte: “Yo peleo por ti