El hada
Acudid, gorriones mios,
flechas mias,
Si una lagrima o una sonrisa
al hombrem seducen;
si una amorosa dilatoria
cubre el dia soleado;
si el golpe de un paso,
conmueve de raiz el corazon,
he aqui el anillo de bodas,
trasforma en rey a cualquier hada.
Asi canto un hada.
De las ramas salte
y ella me eludio,
intentando huir.
Pero, atrapada en mi sombrero,
no tardara en aprender
que puede reir, que puede llorar,
porque es mi mariposa:
he quitado el veneno del anillo de bodas.
William Blake