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General: EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 2011..DIOS LOS BENDIGA ,FELIZ DIA..
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: hermes sarmiento  (Mensaje original) Enviado: 20/02/2011 12:09

El Evangelio de Hoy DOMINGO 20 de FEBRERO 2011

VII Domingo del Tiempo Ordinario A

¡Bienvenidos Hermanos y hermanas en Cristo Jesús!

Nos hemos reunido para leer la Palabra y alimentarnos de Cristo

que fortalece nuestra vida y nos compromete a vivir 

 y a llevar una vida Espiritual llena de amor y paz.

Con alegría leamos la palabra.

“Habla, Señor, que tu siervo escucha”.

Señor, creo que en las Sagradas Escrituras que voy a leer

se contiene Tu Santa Palabra.Haz que la escuche con todo respeto y amor.

Ilumina mi mente para que por medio de ella yo conozca Tu Santa voluntad, y mueve mi corazón para que yo cumpla con fidelidad lo que Tú quieres de mí.

Espíritu Santo, ilumina con Tu luz mi cabeza y enciende mi corazón para que la palabra de Dios pueda entrar y quedarse siempre en mí, para conocer por medio

de Tu Palabra, tu Divina Voluntad,lo que puedo y debo hacer,

lo que debo y puedo modificar,y que no depende de mi cambiar.

Como debo conducirme en los acontecimientos de la vida.

Señor, aquí tienes mi corazón abierto, dispuesto a escuchar Tu Palabra con corazón sencillo y con la voluntad decidida para obedecerle.

En Ti esta la luz y la salvación.

Amen y Amen

Primera Lectura

Levítico 19,1-2.17-18.

El Señor dijo a Moisés:
Habla en estos términos a toda la comunidad de Israel: Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo.
No odiarás a tu hermano en tu corazón: deberás reprenderlo convenientemente, para no cargar con un pecado a causa de él.
No serás vengativo con tus compatriotas ni les guardarás rencor. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

Meditación

Las lecturas de este domingo tienen como fin hacernos ver cómo Dios actúa en medio de la humanidad, nos permiten comprender la lógica de Dios, nos revelan la manera en que Dios salva al ser humano del pecado, entendiendo el pecado como esa tendencia presente en el interior de la persona que la lleva a encerrarse en sí misma, en sus propios límites humanos, sin poder abrirse a la experiencia infinita de salvación traída por el mismo Dios. La primera lectura, del libro, desarrolla el tema de la libertad que posee el ser humano para elegir lo bueno o lo malo, la vida o la muerte. Somos libres, y «condenados a ser libres» de alguna manera. No podemos abdicar de nuestra responsabilidad. Ante nosotros tenemos las grandes opciones, las grandes Causas, esperando que nos decidamos. «Muerte y vida» están ante nosotros, al alcance de nuestra mano, por la vía de una opción ineludible.

Si en nuestra vida dominan el mal y la muerte, y con ellos el sinsentido y la desesperación, hemos sido advertidos: podemos hacer de nuestra vida una cosa u otra, gracias al poder de la libertad que se nos ha dado, la capacidad de elegir la muerte o la vida, y con ello, la capacidad de convertirnos en vida o en muerte. La capacidad de hacernos a nosotros mismos. Es uno de los misterios más grandes de nuestra existencia, el misterio de la libertad.

Salmo 103(102),1-2.3-4.8.10.12-13.

De David. Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios.
El perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura;
El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia;
no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.
cuanto dista el oriente del occidente, así aparta de nosotros nuestros pecados.
Como un padre cariñoso con sus hijos, así es cariñoso el Señor con sus fieles;

Carta I de San Pablo a los Corintios 3,16-23.

¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
¡Que nadie se engañe! Si alguno de ustedes se tiene por sabio en este mundo, que se haga insensato para ser realmente sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es locura delante de Dios. En efecto, dice la Escritura: El sorprende a los sabios en su propia astucia,
y además: El Señor conoce los razonamientos de los sabios y sabe que son vanos.
En consecuencia, que nadie se gloríe en los hombres, porque todo les pertenece a ustedes:
Pablo, Apolo o Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente o el futuro. Todo es de ustedes,
pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios.

Meditación

En el fragmento de la carta a los Corintios que hoy leemos, Pablo habla, de pasada, de «una sabiduría que no es de este mundo», que procede de otro mundo, que está en otro mundo, el mundo de Dios, que es un mundo «superior», situado literalmente encima del nuestro. Es el mundo superior que los filósofos y sabios del mundo cultural helenista han «imaginado» (no deja de ser una «imagen») para explicar la realidad, y que ha resultado ser una imagen genial, que parece expresar una explicación natural y obvia del mundo, que será acogida por casi todas las culturas subsiguientes (hasta la época moderna).
Y es un conocimiento escondido, inalcanzable, que nada tiene que ver con los saberes de este mundo, y que pertenece sólo a Dios y a quienes Él quiera revelarlo... Es la visión «gnóstica», de la «gnosis» o «conocimiento», un conocimiento divino que pasa a fungir como símbolo del principal bien salvífico: participar de ese conocimiento que salva es el objetivo de la vida humana, porque ese conocimiento es el que salva a la persona al hacerle tomar las decisiones adecuadas en su vida, las decisiones que le hacen caminar el camino de Dios. Es la misma tradición de «la Sabiduría», ya presente en el Primer Testamento, por influjo también helenista. Pablo se mueve en ese mismo ámbito de pensamiento y en esa misma cosmovisión griega de los dos mundos, o dos pisos, uno arriba (el de Dios y los suyos, o el de las Ideas, según Platón) y otro abajo (el de los humanos, o el de la materia corruptible según Platón).

El Evangelio de hoy

según San Mateo 5,38-48.

Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;
y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

Reflexión

«Amad a vuestros enemigos»

Nada nos mueve tanto a amar a los enemigos, que es en lo que consiste la perfección de amor fraterno, como considerar con gratitud la paciencia admirable del «más bello de los hijos de los hombres» (Sl 44,3). Mostró su bello rostro a los impíos para que lo cubrieran de salivazos. Dejó que con una venda le taparan los ojos, éstos que, tan sólo con un signo, gobiernan el universo. Expuso su espalda a los latigazos... Su cabeza, ante la cual tiemblan los príncipes y los poderosos, la sometió a los pinchos de las espinas. Se entregó él mismo a las afrentas e injurias. Finalmente soportó pacientemente la cruz, los clavos, la lanza, la hiel, el vinagre, manteniéndose, en medio de todo ello, lleno de suavidad y serenidad. «Como un cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca» (Is 53,7).

     Al escuchar estas admirables palabras tan llenas de suavidad, de amor y de serenidad imperturbable: «Padre, perdónalos» (Lc 23,34) ¿quién podría añadir algo a la suavidad y a la caridad de estas palabras?

     Y sin embargo el Señor todavía añadió alguna más, pues no se contentó con orar sino que quiso también excusar: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.» Sin duda que se trata de grandes pecadores, pero apenas tienen conciencia de ello; por eso: Padre, perdónalos. Crucifican pero sin saber a quien crucifican... Piensan que se trata de un trasgresor de la Ley, de un usurpador de la divinidad, de un seductor del pueblo. Yo les he disimulado mi rostro. No han podido reconocer mi majestad. Por eso: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.»

     Para aprender a amar, pues, que el hombre que no se deje llevar de los impulsos de la carne... Que todo su afecto lo ponga en la suave paciencia de la carne del Señor. Para encontrar un descanso más perfecto y más dichoso en las delicias de la caridad fraterna, que estreche también a sus enemigos en los brazos del verdadero amor. Pero para que ese fuego divino no disminuya por las injurias, que tenga siempre los ojos del espíritu fijos en la serena paciencia de su amado Señor y Salvador.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu  vida. Ábrele tu corazón.Como María, todo por Jesús y para Jesús.

ME COMPROMETO HOY

Hoy empezaré a trabajar en la construcción del Reino en mi familia, buscando que todos caminemos en la misma dirección y hablemos siempre en la fe y con la fe puesta en nuestro Padre Creador del universo.

Gracias, Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Tí y en los hombres.Señor, purifica y protege a tu Iglesia con misericordia continua, pues sin tu ayuda no puede mantenerse incólume, que tu protección la dirija y la sostenga siempre. Por nuestro Señor. “Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea.” Padre lleno de amor, tú que te complaces en la misericordia y no te dejas ganar en generosidad y compasión, perdona siempre nuestras faltas y todo aquello con lo que herimos a tus hijos alejándonos así de tu casa y de tu mesa, así, con la luz de tu Espíritu Santo reconoceremos que tu amor es más grande que nuestras faltas y volveremos a ti con un corazón contrito y humillado.  Gloria y alabanza a ti, Señor.

Amen y Amen

* Te agradecería compartieras con tus amigos esta reflexión.
Con el mayor de mis respetos. Saludos y Dios los Bendiga. *

Por tanto. ID enseñad a todos las naciones,

Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Y les dijo: id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura < marcos 16:15>

“Los cristianos estamos obligados a utilizar
los mejores medios de comunicación a nuestro alcance

en cada época para difundir el Evangelio de Cristo” ...

SEÑOR Bendice NUESTRA CASITA

Y Todo Aquel Que Esta leyendo Este Mensaje  y su familia.

¡¡¡NO OLVIDES SONREIR ESTE NUEVO AÑO!!!

GRACIAS POR TU AMISTAD

FELIZ DIA.

Si deseas escribirme, hazlo a este correo.

Gracias.

Hermes281955@hotmail.com



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: normis Enviado: 20/02/2011 12:30

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Luzmari Enviado: 20/02/2011 16:24


 
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