TALENTOS Y BENDICIONES… ¿QUIEN TIENE MENOS O MÁS?
Algo solemos hacer como humanos, es compararnos con los demás, sobretodo, tratando de encontrar aquello que nos hace falta y que quizás
el otro posee, y así alimentarnos de sentimientos de envidia e
inconformidad.
Todos hemos sido dotados de dones y talentos;
para muchos quizás hay más oportunidades y se les hace más fácil lograrlo que quieren;
para otros es necesario que hagan un esfuerzo extra,
encuentran más obstáculos en su caminar,
pareciera a simple vista
que están en desventaja,
o que existe un Dios injusto que a unos les da mucho y a otros les ha de quitar.
Existe una gran verdad,
Dios nos ha creado diferentes, pero nos ama por igual… todo tiene su razón de ser y se encuentra escondida aún
más allá, aunque pareciera absurdo y no encontremos respuestas ante
tantos cuestionamientos que nos surgen, sobre todo cuando no
entendemos las cosas que pasan, y empieza nuestra fe a debilitarse y
la autoestima a tambalear.
La humanidad nunca está conforme, siempre quiere más y más; y en vez
de hacer lista de lo que tiene, está pensando en lo que carece, se frustra olvidando y guardando en el olvido lo demás.
Muchas veces el que más posee, no hace cuenta de todo ello,
cae en el comodismo o en
el sentimiento insaciable de ambicionar cada vez más, queriendo obtenerlo de la forma más fácil, sin servir ni trabajar.
Quizás para estos ricos en bendiciones y pobres en ilusiones, el tener se convierte en obstáculo, todo lo limitan,
se aíslan,
esconden sus talentos por temor a perderlos y hasta muchos de ellos mueren sin saber lo que tenían y poderlo realmente disfrutar.
En cambio aquel que a simple vista menos posee y no se llena de
envidia ni resentimiento social, sino que trabaja con todas su
fuerzas por hacer sus sueños realidad, compartiendo lo que tiene,
poniéndose al servicio de los demás;
logra multiplicar todos sus
dones, alcanzando mucho más de lo que jamás se pudo imaginar.
Aquel que vive agradecido con Dios y aprende a ser feliz con aquello que le confió,
sabe que aún en medio de la dificultad,
tarde que temprano su recompensa obtendrá;
recibirá muchas más bendiciones y experimentará ,
la enorme satisfacción de sentir que dejándose mover
por la fuerza de la fe y del amor, se pueden hacer los sueños
realidad.
No perdamos el tiempo en quejas y reclamos al Creador,
ni tampoco lamentándonos por lo que quizás no nos dio;
no nos comparemos con otros,
las comparaciones provocan dos sentimientos, inferioridad o
superioridad, y ninguno de los dos son buenos, porque llenan el alma
de inconformismo o vanidad.
El secreto de los talentos no está en la cantidad,
sino en el valor que le demos y en la manera como los sepamos utilizar;
si los guardas se deterioran y pierden su valor natural;
en cambio si trabajas con ellos y los pones al servicio de la humanidad,
llegan a multiplicarse tanto,
que millonario en bendiciones serás.
AUTOR ???