"Desde el desayuno se sabe qué va a ser el almuerzo".
Si comienzas el día discutiendo violentamente en tu hogar,
preparas así la pelea para todo el día.
Inicia el día con el propósito de asumir una actitud
bondadosa y pacífica.
Si sirves el desayuno,
hazlo amorosamente.
Y si te lo sirven,
degústalo con agrado
y ten palabras amables
para quien te atiende.
¡Agradécele de corazón!
Habla con dulzura mientras te alimentas, pues,
si desayunas en paz,
pondrás las bases para un día apacible.
Los gestos de paz provocan armonía.