Ejemplo

Sin lugar a dudas, Jesucristo fue el mejor de todos los ejemplos que podríamos entrar. Leía un artículo sobre los diez atributos que debe tener un líder y como no podía ser de otra manera, Jesucristo los tenía. ¿Podés imitarlo en esto?

Creer en uno mismo le da a un individuo la confianza en sí como para entrar en lo desconocido y persuadir a otros para que vayan donde nadie ha ido antes;

Tener la humildad para aceptar que a veces uno puede estar equivocado, que otros también tienen ideas, y que escuchar es tan importante como hablar.

La pasión por el trabajo proporciona la energía y el enfoque que impulsan la organización y que sirven de ejemplo para otros.

Con la conciencia de que existen otros mundos, porque el enfoque puede convertirse en anteojeras, en incapacidad para pensar más allá del estrecho terreno en que uno se desenvuelve. Los grandes líderes encuentran tiempo para leer, para reunirse con personas que no pertenecen a su círculo, para ir al teatro o para ver películas, es decir, para entrar en otros mundos.

Debe amar a las personas, porque en una comunidad de individuos, aquéllos a quienes los individuos les resultan una molestia pueden ser respetados o temidos, pero no serán seguidos de buena gana.

Debe tener capacidad para la soledad. Todos esperan que el líder siempre esté al frente, pero muy pocos están dispuestos a acompañarlo. No siempre es posible compartir las propias preocupaciones con alguna otra persona.

Debe ser seguro teniendo convicción de lo que hace. Pocos darán las gracias al líder cuando las cosas van bien, pero muchos lo culparán si las cosas van mal.

Debe saber compartir. Tienen que vivir también a través de otros, derivando su satisfacción de los éxitos de los demás y dando a esos otros el reconocimiento que ellos mismos suelen negarse.

Debe tener un fuerte carácter. Para vivir con esas paradojas, se requiere una gran capacidad de compresión y paciencia.

Debe tener fe en lo que uno está haciendo.

Debe ser generador. Los grandes líderes son producto de las grandes causas, pero los líderes, en el mejor de los casos, también generan grandes causas. Tristemente, por carecer de una causa, nosotros solemos crear una crisis.

REFLEXIÓN - Que seas un líder como Cristo.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany