Caprichos de la vida
Cuándo miro tus ojos y en ellos veo dos luceros apagados, un océano de lágrimas; cuándo veo tu boca seca y marchita cómo una hoja seca que lleva el viento, o cómo una flor marchita en plena primavera; cuándo veo tu cara cansada cómo si hubieras vivido ya mil años; entiendo que sufres por ella, que es el amor de tu vida y la razón de tu vivir también lo sé.
Lo que aún no comprendo son los caprichos de la vida porque mientras yo lloro por ti tú sufres por ella cuándo sabes que ella lo ama a él y él me ama a mí.
Pudiendo ser felices tú conmigo y él con ella la vida caprichosa y el cruel destino nos ha condenado a amar a quien no nos ama.
Por qué la vida es injusta cuándo de amar se trata y el sufrir provoca es la pregunta que me hago cada mañana o cuándo te tengo cerca y no puedo abrazarte, besarte y gritar mil veces que TE AMO.
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