ADIOS AL VERANO
Huérfana queda la mar,
de los cuerpos de verano,
con el vaivén de las olas
se queda sola pensando.
Los sueños de piel canela,
los tequieros entregados;
vacaciones y caricias
la arena los va enterrando.
Que sola se queda el mar,`
la playa pierde su encanto
su sol y su cielo azul,
sus secretos bronceados.
Con las voces de los niños
en ruinas se va quedando
con principes y princesas
su castillo imaginario.
¡Qué sola queda esta mar!
¡qué solo el Mediterráneo!
con el otoño en los ojos,
su soledad va llorando.