Picar la cebolla es uno de los momentos más angustiantes por el que pueden pasar los cocineros.
1. Usar un cuchillo bien afilado: Picar la cebolla con un cuchillo bien afilado garantiza que el corte de los tejidos sea más rápido y limpio, liberando menos sustancias que provocan irritación. Hacé la prueba.
2. Cortar la cebolla dentro de un bowl con agua: Puede resultar incómodo, pero es lo más efectivo, porque todas las reacciones químicas suceden bajo del agua, lo que impide que los vapores lleguen hasta nuestros ojos y nos hagan llorar.
3. Colocar la cebolla en el freezer antes de cortarla: Con sólo unos minutos de frío, la acción de las enzimas se hace más lenta y se retarda la volatilidad de las sustancias que irritan los ojos, lo que nos da un poco más de tiempo de ventaja para picar la cebolla sin lagrimear.
4. Lavar la cebolla con agua: A medida que se corta la cebolla, se puede lavar con agua fría para eliminar parte de las sustancias ricas en azufre que provocan la irritación. No evita el lagrimeo, pero lloramos menos.
5. Usar anteojos o gogles: En la web hay a la venta unos anteojos especialmente diseñados para picar cebolla. A diferencia de los anteojos comunes, tienen una capa de espuma que aisla completamente los ojos de los vapores de la cebolla.