No podemos pensar que el sol o la lluvia, el calor o el frío, hagan nuestro día genial o aburrido. Todos los días son buenos para que dejes nacer en ti el entusiasmo y la esperanza. Todos los días son maravillosos para quienes encuentran una oportunidad para dejar el egoísmo. Todos los días son radiantes y alegres para construir un mundo más justo y armónico.