Déjame, inadvertido asirme de tu demora. ¡Agrégame! Mi ánimo merma día a día, y cercana se avizora amorfa, su nimia facha. ¡Se que viene tras de mí! Pugno un idóneo ardid: Recatar una huída sonora, asir su esmero armónico que surja de una magna aria que brote argado del Aleph Me buscará en un punto, que contiene todos los puntos del universo... Un aria que surja simultanea, demorará mi búsqueda hasta que, sosegado, esté preparado para enfrentarla.
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