¡Mantén tus ojos en Jesús! Si soy recordada por sólo un mensaje, me gustaría que fuera este lema, porque dice todo lo que debe ser dicho de cómo vivir la vida en la tierra con la más posible alegría, la más completa paz, y la fe más fuerte, y de cómo tener el éxito más grande al hacer las obras de Dios.

En el Evangelio, los discípulos de Juan Bautista le preguntan a Jesús, ¿"Eres tú el que ha de venir"? ¿"O debemos esperar a otro"? Y Jesús en esencia responde, "Búsquenme en la evidencia. Los ciegos ven, los paralíticos caminan...."

"Yo soy el Señor, no hay otro," dice Dios . "He creado todo esto. Vuélvanse a mí y serán salvados".

Es cuando no nos sentimos seguros que vamos buscando a nuestro Salvador en todos los lugares equivocados. Cuándo la vida no sale como quisiéramos, cuándo los problemas parecen estar arrastrándonos más y más hacia el desastre, y cuando nuestras oraciones aparentemente no adquieren resultados, nosotros nos alejamos de Dios, a menudo sin darnos cuenta, en busca de un escape y de paz. Recurrimos a métodos crueles para resolver problemas, o al alcohol o el alimento o a las compras para escapar de la pena.

Y esto es estar en contra de la evangelización. Esto trabaja en contra de la misión que todos somos llamados a servir. Esto nos detiene de esparcir La Buena Nueva y de dar a luz a Jesús más completamente al mundo-o más bien da a luz a una versión deformada de Jesús.

"Vuélvanse a mí y serán salvados," nos dice el Señor.

El no promete defensa de las dificultades.  Más bien, estamos a salvo en las dificultades porque él se preocupa por nosotros y nos reforzará y nos madurará y hará que todo trabaje para nuestro bien - y para el bien de todos los que son afectados por nuestros problemas. Esto toma tiempo, generalmente mucho más tiempo del que nosotros quisiéramos, pero tan pronto decidimos lo corto que debe ser, nos estamos alejando de Dios otra vez, porque nos estamos tomando de nuevo su papel.

Si solamente pudiéramos ver lo que él ve, entonces no seríamos tan impacientes. Entonces no desesperaríamos ni nos sentiríamos abandonado por él. Pero por eso Jesús nos dice que lo busquemos en la evidencia que está visible alrededor de nosotros. Por ejemplo, cuando escuchas a otros contar historias de cómo Dios los rescató de sus problemas, él te recuerda que él te rescatará, también (o al ser querido por quien has estado orando interminablemente) porque él nos ama a todos demasiado.

¡Los signos de la esperanza están por todas partes!

El desea que sepas que perteneces en el cielo, y desde la perspectiva del cielo, la imagen es mucho, mucho más grande y mejor de lo que tu puedes ver.  Tus seres queridos que han muerto en los brazos de Jesús comprenden esto. Pídeles que oren por ti. Ellos saben exactamente la mejor manera de orar por ti.

Y mantente enfocado en Jesús. Mantén tus ojos en él, y cuando tengas que mirar a los demás, velos por medio de los ojos de Jesús. Cuando tengas que ver a tus circunstancias, velas desde la perspectiva del cielo.