Estoy parado frente a ella, Pero el piano la atrapa. Y su amiga le elucida el candor y la albura que se adivinan en el parque.
Cada nota marca un paraje. Y escucho indolente el pelmazo relato. Ya termina el solista. Entonces me integro como un hecho casual. Siento que la recepción se puede convalidar. Hay un pequeño silencio. Saludo como al pasar. Pero todo fue un saludo y no me quiso hablar
EL MUNDO CRISTIANO EN IMAGENES
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