Amar al prójimo significa…
verlo tan importante como a mi mismo;
valorarlo tanto como me valoro a mi mismo;
pensar de él como pienso de mi mismo;
querer para él lo que quiero para mi mismo;
luchar por su felicidad como lucho por la mía;
defender su fama, su honra,
su imagen como defiendo la mía;
respetarlo, honrarlo,
como quiero ser respetado y honrado yo.
Corregirlo, sin maltratarlo.
Proveer a sus necesidades.
pues cuando salimos en auxilio de alguien,
sentimos que Dios sale en el nuestro.