Hoy en la noche, casi tropiezo con tu mirada
tus ojos son… Los que destellantes
se han parado, allí donde las fragancias
se transforman en perfume delicado
Donde los besos son caracolas
los dedos música eterna
tu boca manantial para mojar...
mis adentros
que son tuyos
hasta que en la luna desapareciera
Dime manojo de trigo verde
que nunca amarillo te has tornado
ni la vejez lo apagó
ni los años que han pasado
Sigue, él intacto, a la amapola adherida
proyectando divinas visiones
como aquel primer día
que entre el trigo y la amapola
abrazada a tus remos
yo me derretía
Vuelvo a ser flor del campo
luciendo como en primavera
y entre todos los bellos arbustos
yo seré la flor, que adorne tu cabecera