
decasílabo
Para besar, es ducho el chapín,
de su choya las palabras flotan.
Te me acercas y escucho un violín
tus frescos labios me hacen temblar,
un suspiro de solo pensar
vibra en mi, el beso de querubín.
Tu ojos que los míos alborotan
porque te presienten en el alma
tiemblan los tuyos, y se te notan
que al besarme tu pierdes la calma
tu beso noble, labios que rotan
cuando, sincero y casto se empalma,
pero no hay, beso dulce y sabroso
como el primer beso ¡silencioso!
