En la mañana azul de primavera,
al pie de un árbol donde hacía su nido,
hallé un pequeño jilguero herido
por el golpe brutal de una "gomera".
Lo tomé entre mis manos. Solo era
un manojo de plumas desvaído,
un ojo tibio de dolor transido
y un pico tibio abierto en ansiedad postrera.
Lo contemplë angustiado...hace
un momento,
nido, vuelo, canción, luz, sentimiento
vida plena y feliz tronchada en vano...
Y en ese pajarillo moribundo
vi todas las tragedias que en el mundo
pueden herir a cada ser humano_