Piedras de lírico río, en cada reviro latente
inhalan pausadas diástoles y sístoles, tu nombre, mi amor
alborozado, modula su trova anhelada corriente
desabrocha cada respiro la autopista directa al ardor
solo, solo y solito, sones de coplas torrente fluyó
arena caliente apurando el beso calma la sed
guitarra tus manos, mi cuerpo echo brasas y mieles, cayó
lento, lento, lentito, entra a soles de luna quitando aridez
late río de estrellas y coplas hurtando a la noche el melancólico son
día que estalla brillante relámpago, ardido de amor
claro, claro, clarito, alumbra el juramento al lado del río con emoción
nuestro tiempo comenta riendo, el arroyo sencillo y tenor
prodigioso momento quedarse, gozar, ceñiditos amar
Risa de Luna y Trovero de Mar.
MYRNA, “Luna Blanca”