¡Mírame amor!, quiero decirte dulcemente que no amanecen los días, aunque guarde sombra la luna, ¡soy la tierra natural! que no florece sin tu presencia Veo pasar las horas más sencillas que me arrastran tras tu huella donde cobran sentido las cosas y todo empieza de nuevo, como el primer día Vuelven las metáforas, pronunciadas desde el fondo sin conocer la resaca, ni el cansancio paseamos juntos el miedo, los triunfos hasta el beso primero , de aquella noche, es felicidad sin pretensiones En este abrazo sin fin, que colorea mi cielo en una mañana espesa, ¡ Confieso! que te echo de menos , pensaré, sin que me veas, te acariciaré con ojos lentos hasta ver pasar de largo, el peso de las horas Caminar hacia ti, silvestre y sola hasta tu luz que me dirija al castillo más alto, coronando jardines que ahora son zarzas, lagunas Atravesaremos juntos, la paz apostada en nuestros corazones el deseo de un regreso en común escondido en nuestro abrazo quedando atrás, los campos de soledad para abrasar todo el valle en suspiro de amor correspondido de luz y de ambrosía↓
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