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General: PUEDO HACERLOS SONREIR?
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: stefy1945  (Mensaje original) Enviado: 28/12/2012 00:06
 
PUEDO HACERLOS SONREIR?
 
 
 
 
Yo conocí a un sacerdote que después de celebrar misa decía ............ bueeeeeeeeeeeeeeno ahora todos a comer que en el bufé venden alimentos, ya que después de la místico viene lo mástico.
Yo no los invito a comer solo a sonreir. Cariños
Stefy

*Se presentan ante el juez una pareja con sus  respectivos abogados, ya que  están en trámites de divorcio. El abogado de la mujer reclama para la  mujer el 50% de la venta de la casa, propiedad de los dos cónyuges, así como una pensión de por vida por la cantidad de $500  dólares, que según enumera, será para cubrir los gastos de electricidad,  teléfono, y una pequeña lista de gastos mensuales.


El abogado del hombre protesta, alegando que  el hombre no tiene ninguna obligación hacia su mujer toda  vez que ya los hijos son mayores de  edad, están casados y que ella bien puede ir a trabajar  y mantenerse por sí misma y que ella nunca contribuyó a la  manutención de esa casa, ni aportó ningún  dinero para la compra de la misma.


El juez escucha ambas partes y se queda  indeciso por un momento leyendo los documentos. De pronto, se escucha a la  mujer llorando y el juez le dice:-


¿Qué le pasa señora?


-Señor Juez, yo creo que es cierto. Así que  voy a aceptar la sentencia de divorcio sin ninguna obligación de parte de  mi marido hacia mi persona... Después de todo, yo  bien pudiera ser una mujer profesional e  independiente


El juez le pregunta:- ¿Y por qué usted no  se convirtió en una mujer profesional e independiente? **  **¿Hubo alguna razón que se lo  impidiera?


- Realmente, Señor Juez, no había ninguna,  fueron decisiones tomadas  voluntariamente por mí.


-
Pudiera ser más explícita y enumerarme  esas razones que usted  alega?


- Bueno, cuando me casé, yo acababa de  graduarme de la Escuela Secundaria. Mi  intención era estudiar enfermería, pero no había dinero  para pagar los gastos de dos    personas estudiando, así que le  dije a mi esposo que estudiara él y luego lo haría yo.


- Bien, y ¿qué pasó?, ¿por qué cuando él se  graduó de  ingeniero, no estudió usted?


- Pues, verá, él me pidió que tuviéramos  nuestro primer hijo, ya  que llevábamos cinco años casados y aún no lo habíamos tenido.


- ¿Y, qué pasó después?


- Nada, el niño nació, pero él no quería que el  niño fuera cuidado por personas  extrañas, y yo entendí que el tenía razón, así que decidí quedarme en la  casa con nuestro hijo.


- ¿Y, qué sucedió luego, cuando el niño creció,  por qué no fue usted a estudiar?


- Porque ya para entonces tenía dos hijos  más.


- ¿Dos más?


- Sí, verá usted. Cuando tuvimos el primer  hijo, mi esposo me dijo que debíamos tener un segundo  para que el niño no se quedara sin hermanos, así que tuvimos el segundo tres años  después, pero era otro varón.


-
¿Y qué tenía eso que  ver?


- No había ningún problema, estábamos muy  felices, pero mi esposo me dijo que para que la felicidad fuera  completa, debíamos tratar de tener una  niña.


- ¿
Y...?


- Pues cuando el segundo hijo tenía ya 4  años, quedé embarazada y  tuve  a la niña.


- Y
entonces ¿por qué no estudió cuando ella  creció?


- Porque no había quién llevara al mayor a las  prácticas deportivas, ni quién  los llevara a la escuela, pues el autobús los dejaba muy lejos de la escuela. Temiendo por su  seguridad, mi esposo y yo decidimos que  y los llevaría a la escuela y los  recogería. Así las cosas, dejaba al  mayor en la secundaria, seguía con el segundo para la escuela  primaria y regresaba a la casa con la niña a preparar todo para la  tarde. Cuando los recogía, dejaba al mayor en las prácticas  de judo y al otro en las de fútbol  y seguía con la niña para las de ballet.


-
Entonces, ¿siguió usted posponiendo su  educación?


- Sí, Señor Juez, lo hice por mi propia  voluntad.


-
Y cuando sus tres hijos se fueron  independizando, ¿por qué no ingresó  usted a la universidad?


- Para entonces la madre de mi esposo había  enviudado, se enfermó y necesitaba  de alguien que la cuidara. Así que hablamos del asunto y llegamos a la conclusión que no la  íbamos a poner en un asilo, sino  que la traeríamos a vivir con nosotros, ya  que los hijos estaban fuera.


- ¿Y cuánto duró esta  etapa?


- Bueno, unos seis años. Ella tenía Alzhaimer  y como la cuidábamos tan bien, pues su decadencia no fue rápida. Murió de  un ataque al corazón, después que  llegamos del paseo que todas las mañanas dábamos por el barrio.   a ella le encantaba darle de comer a las palomas en el  parque.


-
Y mientras tanto, quiero decir, durante  todos esos años ¿había alguien que  le ayudara?


- ¿Ayudarme, a qué?


-
Pues a limpiar la casa, cocinar, quiero  decir, las labores  normales de un  hogar.


- No, realmente, mi esposo ganaba muy buen  sueldo, pero figúrese, eran tres  hijos para criar y educar, y el costo de la vida cada vez subía  más, así que yo trataba de ahorrar.


- ¿
Y cómo ahorraba usted?


- Pues, en lugar de llevar la ropa a la  lavandería, yo la lavaba en   arreglaba el jardín; esto era lo que me costaba ma yor  esfuerzo, pues yo tengo problemas de la columna, pero yo hacía el  esfuerzo y le aseguro que nuestro jardín  no tenía nada que envidiarle al de nadie  en nuestra calle.


-
¿Y quién cocinaba, usted  también?


- Por supuesto, mi esposo odiaba la comida de  los restaurantes. Como el tenía que  almorzar por fuera de casa con sus clientes tantas veces,decía que nada como la comida que  yo le preparaba.


- Y por supuesto, usted no iba a esas  comidas.


- ¿A qué comidas?


-
A las de su esposo con sus  clientes.


- No, no tenía tiempo. Precisamente, fue en una de  esas comidas que conoció a  Patricia.


-
¿Patricia?, ¿Quién es  Patricia?


- Su novia, la joven con quien se va a casar  cuando terminemos  el divorcio.


-
¿Y cómo sabe usted que se va a casar con  ella?


- Porque me encontré con ellos en casa de  unos amigos comunes el día que estaban dando la noticia de su  compromiso.


El juez se quedó mirando a la mujer y al  ex-esposo. Se levanto,cogió l las carpetas con todos los papeles y se  retiró.


Todos se quedaron mirándose unos a otros,  alguno encogió los hombros y se sentaron a esperar que  regresara. Al poco rato el juez regresó.  Se sentó y se ajustó las gafas. Entonces, cerró las carpetas, las  puso a un lado y dijo:


- Señora, he revisado cuidadosamente  estas demandas, y he llegado a las siguientes  conclusiones:


PRIMERO:


El divorcio se adjudica con fecha  efectiva a partir de hoy.


SEGUNDO:


Su esposo no tiene que  pasarle una pensión.Al oír estas dos  decisiones, el abogado y el marido se miraron con  inteligente regocijo. **El juez  prosiguió:


TERCERO:


Usted se queda como dueña  absoluta de su casa. El Mercedes Benz  propiedad de su ex-esposo, la cuenta de ahorros, la de cheques,  las pondrá él a su nombre  inmediatamente sin tocar un solo centavo o lo tendrá que devolver.  Igualmente la declaro beneficiaria absoluta de sus seguros de vida, así como de sus planes  de retiro. También será obligación de  su ex-esposo seguir pagando su seguro médico hasta que usted muera.  Mi decisión se basa en la suma de todos  los sueldos que como  administradora, cocinera, chofer, servicios de lavandería, jardinería y enfermería,  usted prestó a su esposo, incluyendo hijos y suegra.


Esta decisión será apenas una  retribución parcial de salarios  retenidos por los veintiséis años de servicios ininterrumpidos que  usted ha  prestado.


Como hay que ser objetivos,  sabemos que su esposo no podría pagar  esa deuda, de ahí que pagará lo que si bien no es suficiente,  será relativamente justo. Además, él pagará sus gastos de  educación, transporte y libros, si usted decide regresar a la universidad  a estudiar la carrera que elija.


¡HE  DICHO!


Autor Desconocido


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Asesino de Corazones Enviado: 28/12/2012 21:00

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Asesino de Corazones Enviado: 28/12/2012 21:01
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