Ha terminado este año 2012 y quiero darte gracias por todo aquello que recibí de Ti.
Gracias por la vida y el amor, por la alegría y el dolor,
por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año,
el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y las que están más lejos,
a los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,
con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón;
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo.
He iniciado un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar,
y te presento estos días que sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido, para mí y los míos, la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad,
llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad,
y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno.
Que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las deje a mi paso.
Lléname de bondad y de alegría,
para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí,
encuentren en mi vida un poco de Ti.
Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad. Amén.
P. Javier Leoz