Por qué no decir tu nombre
si tu nombre es lo primero
si tu alma es montaña
y tu cuerpo palmera
si tu corazón es el titilar
de las estrellas astrales
tu mirada es el infinito
de las sinfonías orquestales
tu existencia es el preludio a lo ¡sublime!
es obra de arte y creación
es tarde de arco iris
es ver desde la playa ocultarse el sol.
Tu belleza es el vaivén de la serpiente armoniosa
es la translucidez de la mañana en flor
es la esencia de la naturaleza ¡toda!
es atardecer lleno de esplendor.
¡Cómo no decir tu nombre!
si ante tí coquetea el sol
se encienden las luces de la "agata"
y el corazón arde de emoción...
¡Tú! eres la belleza del amor
la evidencia del sueño
y argumento vital de la ilusión:
¡mujer es tu nombre!
¡y es lo más grande y hermoso que Dios creó!