Perdonar y ser Perdonado
Como he comentado otras veces, para mí “perdonar” es “dejar ir”, es liberarse de apariencias… es empatía pura más allá del “dolor” por el agravio, la humillación o la pérdida. Es la alquimia de los sentimientos y la disolución de emociones “negativas”.
Para perdonar hay que conocerse mucho; conocer al ser humano. No valen teorías ni superficialidades, ni nada relacionado con “deberías” del ego sino con la comprensión y el amor.
Cuando se perdona es sólo cosa de uno, sin ni siquiera mediar el causante del agravio porque si uno dice de perdonar esperando que el otro se sienta aliviado y te dé las gracias por perdonarle, es un acto egoico y no es perdón real. El perdón es un ejercicio íntimo y muchas veces no se tiene por qué enterar nadie.
Otra cosa es pedir perdón, cuando alguien agravia a otra persona y se hace consciente de que “ha metido la pata” y se arrepiente. Entonces pide sinceramente perdón al agraviado pero sin controlar la reacción de éste. El agraviado puede aceptar o no las disculpas, pero el que pide perdón ya ha cumplido con su conciencia, pero si espera a que el otro le perdone, se debe también a una necesidad egoica.
Pedir perdón sinceramente siempre funciona independientemente de la reacción del otro porque significa que te has perdonado a ti mismo y en el fondo no hace falta que la persona agraviada también lo haga.
Ciertamente el “círculo” se cierra completamente cuando el causante del agravio pide perdón de corazón y su actitud conciliadora es aceptada y comprendida por el ofendido.
*** desconozco su autor ***
Creo que es preferible “soltar” y no quedarte con nada que consideres insano para ti. Por lo tanto, cuando dices “te perdono” se te activa de forma casi milagrosa en el inconsciente, tanto asi que terminas traduciéndolo en: Lo solté, lo dejé ir, y la LUZ se hce...