Si esta historia no te hace llorar de tanto reir, me avisas para que rece por ti.
Esta historia es sobre un matrimonio que estaba casado ya hace algunos años.
El único problema del matrimonio era que el marido tenía el hábito de pearse ruidosamente todas las mañanas cuando se despertaba. Su esposa se levantaba con el estruendo, y el olor le hacia salir lágrimas de sus ojos y quedaba sin poder respirar.
Todas las mañanas ella le suplicaba para que parara de pearse, porque la estaba dejando enferma. Y el le decía que no podía evitarlo, que era perfectamente natural. Ella le aconsejo que visitara un medico, ella estaba preocupada que algún día se le salieran las tripas. Los años pasaron y el continuó soltando los gases.
Entonces en un bello día de Acción de Gracias por la mañana, cuando estaba preparando el Pavo para la cena y el marido todavía estaba dormido en el piso de arriba, ella miro todos los menudos (tripas, pescuezo, hígado, etc.) y le vino un pensamiento malicioso a su mente.
Ella agarro todos los menudos y fue para el cuarto de su marido, que aún continuaba dormido, y cuidadosamente levanto el edredón, estiró el elástico de su calzoncillo y colocó todos los menudos dentro.
Un rato después ella escucho a su marido despertarse con sus trompetas como ya era costumbre, lo cual vino acompañado con un grito desesperado y pasos frenéticos, mientras el corría desesperado hacia el baño. La esposa casi no conseguía controlar la risa, se revolcaba por el piso, le escurrían lagrimas por el rostro de tanto reír!! Después de años de tortura, ella reconoció que le había hecho una muy buena broma.
Después de 20 minutos, su marido bajo por las escaleras con el calzoncillo ensangrentado y con una expresión de horror en su rostro. Ella se mordió los labios para no reírse y le pregunto cual era el problema.
El le dijo:
- Querida...... tenias razón. Todos estos años me avisaste y no quise escucharte.
- Que me quieres decir?" pregunto su esposa.
- Bien, siempre me dijiste que un día de tanto pear se me irían a salir las tripas, y hoy finalmente sucedió.
Pero gracias a Dios, me puse un poco de vaselina en los dedos, y creo que conseguí poner todo de nuevo en su lugar.....