EL RUISEÑOR Y EL GORRIÓN
Siguiendo el son del organillo un día
tomaba el ruiseñor lección del canto,
y a la jaula llegándose entretanto
el gorrión parlero así decía:
“¡Cuánto me maravillo
de ver que de ese modo
un pájaro tan diestro
a un discípulo tiene por maestro!
Porque, al fin, lo que sabe el organillo
te lo debe a ti todo.”
A pesar de eso, el ruiseñor replica”
A imitar mis caprichos él enseña,
y así pronto verás lo que adelanta
un ruiseñor que con escuela canta.”
¿De aprender se desdeña
el literato grave?
Pues más debe estudiar el que más sabe.
Moraleja
Nadie crea saber tanto que no tenga que aprender.
a/d
|