Pisa, Italia
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino
de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos" (Mateo 7:21).
La ciudad de Pisa, Italia, es conocida, principalmente, por
su torre inclinado. No tan bien conocida, pero mucho más
significativa, es una pintura en la pared de un camposanto
local. El artista pintó el juicio final, con Cristo, Maria,
los Doce Discípulos y varios ángeles. En esta pintura,
grupos de personas están terminando sus sepulcros, algunos
yendo para la derecha y otros para la izquierda de la
escena. Pero, parece haber cierta confusión. Algunos
entienden qué muchos que pertenecían al lado derecho,
destinados al Cielo, están siendo movidos para el lado
izquierdo, destinado al infierno -- y viceversa. ¿Cual la
base para su juicio? El artista italiano fue inspirado por
su imaginación y por las palabras proféticas registradas en
el Libro de Mateo.
Cuando decimos que Jesus Cristo es el Señor, ¿lo hacemos
apenas de palabra o eso es una realidad en nuestras vidas?
¿Hemos nos colocado en Su altar? ¿Hemos estado sumisos a Su
voluntad? ¿Hemos dejado el Señor dirigir nuestros pasos en
todas las decisiones?
Cuando Jesus está en nuestros corazones, todo lo que hacemos
o hablamos tiene el propósito de glorificar su nombre.
Nuestra voluntad es hacer su voluntad y nuestra alegría es
alegrar Su corazón. Él es todo para nosotros y
reconocemos,verdaderamente, que sin Él nada podemos hacer.
De nada adelanta decir "Señor, Señor" sin que estemos
dispuestos a servirlo. De nada adelanta decir "Señor, Señor"
si continuamos siguiendo los caminos de nuestros intereses.
De nada adelanta decir "Señor, Señor" si Él continuar en
según plan en nuestras prioridades.
En el día del Juicio Final yo quiero estar del lado correcto
-- de los salvos y victoriosos -- y no quiero ser trocado de
lado. Yo quiero estar delante de mi Señor y Salvador y con
Él permanecer eternamente. No quiero oírlo decir "no te
conozco" y ni quedarme fuera de las moradas celestiales.
Quiero hacer la voluntad del Señor -- hoy, mañana...
siempre.