Fue tan solo en un minuto
cuando te cambió la vida,
ella se fue de tu lado
en aquella noche fría.
cuánto dolor en tus ojos
he visto día tras día,
esa mirada nublada
por tanta noche en vigilia
porque con ella se fue
tu felicidad, tu dicha.
Fue tan solo en un minuto,
por eso no te lo explicas
que en el día de tu boda
dejara ya de estar viva,
ella que estaba contenta
porque su hijo ya tenía
una mujer entrañable
que te amaba y te quería,
porque tu madre, a mi madre
la tenía en gran estima.
Pero qué grande es tu pena
por aquella despedida
tener que decir adiós
a esa persona querida
la que te llevó en su vientre
y te colmó de caricias
la que cuidaba tu noche
vigilando si dormías
te observaba con ternura
por si acaso te caías.
Hoy rememoro tu pena
padre del alma querida
también puedo presentir
que antes hubo algunas risas
cuando al llegar a la iglesia
viste a la novia vestida
con la mejor de sus galas
que fue siempre esa sonrisa
que tenía para todos
y a ti te cautivaría.
Mas luego al atardecer
aun estando en la comida
se puso mala tu madre
se marchitó tu alegría
al verla tan sin aliento
junto a su cama, en la esquina
se vistió tu corazón
de luto, por la desdicha
Fue tan solo en un minuto
que se le escapó la vida.
Con el día amanecido
se oye el pájaro que trina,
más suave, como afligido,
porque las aves espían
y saben de tu pesar
y hasta contigo suspiran,
aletean a tu lado
a su manera te cuidan
te regalan su belleza
¡su gorjeo te dedican:.
Chelo Álvarez.
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