Un tipo va pasando por enfrente de un manicomio y oye a los locos que gritan:
-"¡Ocho, ocho, ocho, ocho!"
El man se pregunta por qué los locos gritan tanto "ocho",
entonces se sube a la pared del manicomio y cuando asoma la cabeza, le clavan una piedra en la frente...
y empiezan los locos a gritar:
-"¡Nueve, nueve, nueve, nueve!"