Yendo y viniendo
La amabilidad resulta igual de agradable tanto cuando se la ofrece como cuando se la recibe.
El amor reconfortacon su tibieza en tu interior tanto cuando lo brindas a alguien como cuando estás del lado que recibe su gracia.
Nada aporta estar pendiente de llevar la cuenta, preocupándote por si estás recibiendo tanto amor y amabilidad como el que estás entregando.
En lugar de perder tu tiempo y energía llevando la cuenta, dedica esa energía a crear más amor, más amabilidad en el mundo.
Ya sea que esté yendo o viniendo, el amor está en tus manos para que lo disfrutes.
Al sentir necesidad de expresar amor bríndalo libremente, y puedes tener la certeza de que sentirás su riqueza y su calor.
Aunque un gesto amable no sea nunca retribuido, de todos modos allí estará iluminando con su luz positiva a todos aquellos a los que llegue.
En lugar de esperar que la amabilidad venga a ti, permítele que brote libremente desde ti cada vez que puedas.
Brinda amor, y crecerá abundantemente.
Sé amable, y tendrás más amabilidad en tu vida.
No importa en qué dirección fluyan, el amor y la amabilidad agregan real valor a cada una de las vidas que tocan.
Aprovecha cada oportunidad para permitirles fluir con libertad.
G. Sandler