Credo con María subiendo al cielo
Creo, contigo María, que si camino como Tú en la tierra,
me aguarda lo que, Tú ahora, vives en el cielo.
Creo, contigo María, que si en mis entrañas acojo a Cristo,
con la misma verdad que Tú lo acogiste en tu seno,
disfrutaré de esa eternidad que, ahora Tú, vives en la Ciudad Celeste.
Creo, contigo María, que si abro los oídos,
como Tú lo hiciste a la voz del Ángel, soplo del Espíritu Santo,
estaré llamado a compartir esa misma suerte que,
ahora Tú, acoges asombrada ante la magnitud del Misterio del cielo.
Creo, contigo María, que tu corona –no de oro ni de plata–
fue el servir a Dios con todas mis fuerzas.
Sentirme Iglesia viva, valiente y decidida,
ante un mundo que, en medio de tanto ruido,
pretende silenciar el Amor que nació en Belén.
Creo, contigo María, en este Año Santo de la Fe,
que para subir hacia el cielo,
hay que bajar peldaños en la tierra,
que para ascender hacia Dios,
hay que descender hacia el corazón de los sufridos,
que para escalar en medio de las nubes,
hay que pisar la realidad de cada día.
Creo, contigo María, en este Año de la Fe
que, conocer a Cristo, es algo grande y es gracia divina.
Que, servirle, es privilegio y altura de miras.
Que, escucharle, es dar oxígeno a nuestras almas.
Que, amarle, conlleva abrir los brazos a los que me rodean.
¡SÍ, MARÍA! ¡CREO CONTIGO EN DIOS!
¡SÍ, MARÍA! ¡CREO CONTIGO EN CRISTO!
¡SÍ, MARÍA! ¡CREO CONTIGO EN EL ESPÍRITU SANTO!
Porque, los tres en uno, dieron VIDA a tu vida.
Esplendor y hermosura a tu figura.
Eternidad para siempre a tus pocas palabras.
Corona de triunfo que nunca se marchita,
a tu cabeza amueblada con palabras con sabor
a obediencia, humildad, sencillez, silencio, evangelio,
camino, Dios, Jesús, Espíritu e Iglesia.
¡CONTIGO, MARÍA, SE PUEDE CREER MÁS Y MEJOR!
¡CONTIGO, MARIA, AL CIELO!
P. Javier Leoz