En estos 2008 años ya, de la Era Cristiana,
se ha escrito tanto de la Navidad,
que solo quise escribir una más…
No importa lo creyente que uno sea
o la Fe que se tenga.
Pero la Navidad se espera,
y en nuestros corazones,
son momentos de reflexiones,
son momentos de compartir.
Son momentos para recordar que
¡Díos nos dio a su hijo en Navidad!
Y lo hizo de la manera más humilde posible,
para recordarnos a todos los cristianos,
que la grandeza está en nuestra alma,
no en nuestro entorno y lo que nos rodea.
¡En nuestros corazones!
Que siendo humildes, somos más humanos.
Nos recuerda que debemos compartir
¡Amor y Paz!
¡No odio y guerras!
¡No envidias y traiciones en los corazones!
Y ese poder de la Navidad
sigue latente en estos días.
Poder que al villano hace más humano,
y hasta guerras paró…
para compartir con sus hermanos.
Y es ese espíritu de la Navidad
el que debemos recordar…
¡Ojala! todo el año…
Castellet
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