Estoy parado delante de una puerta, justo allí tiene un letrero; ABRIR, y esto es una bienvenida a que pase adelante.
¿Alguna vez te ha sucedido que entras a algún lugar y ves todo lo que hay después que cruzas la puerta?
Hoy vengo a
compartir esta idea que es muy interesante y sencilla pero muy válida
para la vida, cuando vemos una puerta y nos invita a entrar es señal de
que detrás de ella existe algo grande, al menos mas grande que la misma
puerta. Cuando pasamos por situaciones difíciles ese instante, ese
momento es una puerta que cuando la cruzamos entramos a algo mejor. He
oído mucho en historias, leyendas que existen puertas que nos llevan a
otro lugar.
El gesto
de abrir, ya sea un puerta, separar una silla (abrir espacio), o tu
propia mente, es símbolo de avance; la naturaleza nos los indica así.
Existe una gran enseñanza en esto de abrir, las flores se abren, las
hojas al nacer se abren, el día se abre (se hace la luz, se aclara). Me
puse a mirar una flor y descubrí que es un capullo, un embrión cerrado;
cuando lo mire no me decía más que un conjunto de pétalos que están
allí para traer algo majestuoso. Un rosa o una margarita, al mirarla
abrir, notamos que comienza a mostrarnos belleza, colores, contrastes,
aromas, inclusive genera en ti que produzcas hormonas, lo que significa
que al abrirse te pone en contacto con ella misma, te invita a
experimentar algo que no existe cuando está cerrada.
La
próxima vez que tengas la oportunidad fíjate en una rosa, observa como
todo comienza de su centro, pero ella va poco a poco abriéndose y
dejándote ver todo su esplendor, su perfección, su aroma.
Aun no
existe un ser que no se tranquilice con el acto de mirar una flor, sea
hombre o mujer, porque es fascinante como el acto de abrir produce tal
tranquilidad.
Existen
personas que viven cerradas de mente y espíritu, crecieron con un patrón
de generaciones anteriores, pensando que todo lo que hacían estaba
bien, sin analizar por ellos mismos si lo estaba; tu mente es como una
flor, es como el acto de crecer, debes abrirla, debes permitirte a ti
mismo que se abra que muestre su belleza.
Esa
puerta debe ser abierta y una vez que comienzas a practicar este método
de no simplemente actuar por un patrón pre-establecido, sino que te
dejas llevar por una energía perfecta de ser y estar, descubres cuan
hermoso es poder “abrir”.
Si
observas una puerta cerrada pues solo es eso, no te trae ningún tipo de
sensación adicional mas que es una puerta, pero una vez que la abres,
descubres que detrás de ella existe maravillas; El edén está detrás de
una puerta que debes abrir, tu felicidad está detrás de esa puerta que
debes cruzar, tu egoísmo se adueña de ti porque mantienes la puerta
cerrada, tu infelicidad esta allí contigo porque no te abres.
La
naturaleza te enseña, El mar se abre, el día se abre, la lluvia se abre,
la flor se abre, la hoja se abre, la tierra se abre para permitir nacer
un árbol, el caparazón de una semilla se abre para permitir dar
nacimiento a una planta, el abrir un banano es conseguir en él su
esencia, su sabor.
Tu mente
debes abrir, no utilices patrones antiguos, solo permítete fluir, se
como la naturaleza y la hermosa flor, muestra tu don y belleza natural
que está en el centro de ti.
Practica el verbo abrir, no el cerrar.
(Texto de la red)