No me quiero ir, estar apenas, no quiero volver a la rutina de los días, solo quiero estar así, quieta, sombría, callada en mis palabras para que nadie me advierta.
No me quiero ir, lo he decidido; me quiero quedar aquí, aunque así no sea, estaré todo el tiempo, seré el vestigio de la primavera que se fue, y de la que aún no llega.
No me quiero ir, ya lo he pensado pero el no querer a querer me lleva, necesito soledad solo unos instantes pues si fuera todo el tiempo me envolvería en tristeza.
No me quiero ir, no, quiero quedarme estar siempre enredada en el silencio, no me quiero ir y tendré que hacerlo aunque el hacerlo se torne insoportable.
Teresa Aburto
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